Ya tenemos los dos controles más importantes con los que realizar una fotografía: diafragma y obturador. Con el primero controlamos la cantidad de luz que llega al sensor, y con el obturador la cantidad de tiempo que permitimos que pase la luz. Una persona suele ser capaz de hacer una fotografía nítida cuando utiliza una velocidad de obturación igual o superior a la distancia focal del objetivo que está usando (50 mm → 1/60, 28 – 80 mm → 1/30 – 1/128).
Tal y como sabemos, cada paso de diafragma significa el doble o la mitad de luz, y cada posición del obturador significa el doble o la mitad de luz. Según la anterior afirmación, podemos deducir que las siguientes tres exposiciones de la imagen dan como resultado la misma fotografía, pues cuando aumentamos la velocidad de obturación, reducimos el número f (aumentando, por lo tanto, la abertura) y cuando reducimos la velocidad (un tiempo más prolongado de obturación) subimos un punto el número f (cerrando el diafragma). Estos valores son lo que se llama pares equivalentes de exposición, pues todos ellos dan como resultado la misma imagen.
El grifo y el cubo
Vamos a hacer una analogía sobre como funciona un grifo y como lo hace una cámara para explicar de una manera más clara el concepto de la exposición:
- La velocidad de obturación sería el tiempo que el grifo permanece abierto. Durante el tiempo que esté abierto caerá agua dentro de nuestro cubo, entrará luz a nuestro sensor.
- El diafragma encuentra su similitud en la cantidad de agua que cae del grifo, es decir, la cantidad de luz que atraviesa el diafragma para llegar hasta el sensor, si la abertura es pequeña entrará poca luz y si el diafragma está más abierto entrará una mayor cantidad.
![]() | ![]() | ![]() |
- El ISO sería el tamaño del cubo. Cuanto más pequeño (mayor sensibilidad = mayor ISO) menor tiempo y cantidad de agua nos hará falta para llenarlo y cuanto más grande el cubo (un número ISO más pequeño), más cantidad de agua o más tiempo necesitaremos para obtener un buen resultado.
![]() | ![]() | ![]() |
- Y la exposición sería la cantidad de agua que tenemos en el cubo, si es poca será insuficiente con lo que la foto saldrá subexpuesta y si es mucha, desbordará el cubo con lo que obtendremos una fotografía sobreexpuesta.
Las variaciones que podemos hacer son muchas, todo depende de saber que efecto produce sobre la fotografía cada una de las variantes que tenemos y que utilizamos.
Caso práctico
Pongamos un ejemplo: en un día con sol, cuando ya no está demasiado alto en el cielo, la luz nos llega por encima y por detrás y vamos a hacer una foto a una persona delante de un paisaje, y un pueblo a lo lejos. El fotómetro mide la luz de la escena y nos muestra que, para una velocidad de 1/125 seg., podemos utilizar un diafragma de f/11, y disparamos. Con esta combinación de velocidad y abertura obtendremos una fotografía correctamente expuesta. Bien, pero esa misma foto también habría sido correcta a 1/30 – f/22. Incluso a un 1/1000 – f/4. Cada paso que damos en el obturador de 1/125 a 1/60, dejamos pasar el doble de luz (más tiempo, igual a más luz), lo que nos permite cerrar un paso de diafragma, f/16 en lugar de f/11 (más cerrado el diafragma, igual a menos luz). Cada vez que cerramos el diafragma, f/11 y lo ponemos en f/16, dejamos pasar la mitad de luz, pero si lo compensamos disminuyendo la velocidad de 1/125 a 1/60, la cantidad de luz que recibe la película es la misma.
![]() | ![]() | ![]() |
Cuando cerramos el diafragma aumenta la profundidad de campo, así que, si lo que nos interesa es que salga el modelo enfocado y el pueblo del fondo nítido, tendremos que cerrar el diafragma lo máximo posible, es decir 1/30 – f/22, pero como 1/30 es una velocidad algo baja y tememos que se nos mueva la cámara, entonces al disparar elegiremos 1/60 – f/16, que es un diafragma lo suficientemente cerrado para que nos aparezca nítidos el modelo y el fondo. Por el contrario, si queremos que el fondo no distraiga la atención del retrato, buscaremos un diafragma muy abierto que nos dé la mínima profundidad de campo para que salga sólo enfocado el sujeto, 1/1000 – f/4.
Se ha difundido mucho también el concepto de valores de exposición (VE). Hemos visto como una elección concreta de abertura y obturador nos da lugar a toda una serie de combinaciones diafragma-tiempo, y que todas ellas suponen el mismo nivel de exposición en el sensor. Los valores de exposición agrupan cada una de esas series de posibilidades y las asocian con un número. Así, VE 1 significa tiempo 1 segundo – diafragma f/1,4 y todo el resultado de combinaciones que nos dan la misma luminosidad. Cada número de VE que aumentamos implica la mitad de luz que el anterior.