La distancia focal o longitud focal es la distancia que existe desde el centro óptico del objetivo hasta el plano focal donde se forma la imagen, cuando el objeto está situado en “infinito”, es decir, cuando los rayos procedentes del objeto son casi paralelos.
Como se forma una imagen
Los rayos de luz que iluminan las cosas son los que hacen posible que las veamos, esto puede resultar obvio, pero es debido a que cada punto de un objeto que es iluminado por un rayo de luz emite un reflejo de ese rayo en infinitas direcciones, o dicho de una manera más ejemplificada, si todo un estadio de fútbol está viendo a su jugador favorito significa que la iluminación que éste recibe se está reflejando en infinitas direcciones, algunas de la cuales llegan a cada uno de los ojos de los miles de espectadores que le están mirando. Cuando esos rayos reflejados en las cosas pasan a través de una lente, esta los refracta para que se forme la misma imagen pero dentro de nuestra cámara.
Así pues, si el poder convergente de un objetivo es muy alto, la imagen se proyectará muy cerca de éste, y el tamaño de la imagen será pequeño. Pero si el poder de convergencia del objetivo es bajo, la imagen se proyectará lejos y ésta será de tamaño mayor. Es decir, un objetivo de distancia focal larga (teleobjetivo) hace que veamos el objeto, o el motivo a retratar, más grande ya que tiene una mayor alcance efectivo y el efecto es que nos acerca a él y un objetivo de distancia focal corta (gran angular) parecerá alejarnos de la imagen, al verla más pequeña.
La distancia focal dentro de la cámara
Una cámara es, en definitiva, una caja estanca a la luz con dos planos paralelos, en uno se sitúa el objetivo, conjunto de lentes que funcionan como una lente convergente, y en el otro el plano del sensor, que es donde se forma la imagen.
Diferencias en los tipos de objetivos
Los objetos lejanos se forman más cerca de la lente que los objetos próximos y esto es debido a que cada una de las partes de la lente tienen un ángulo de desviación constante, esto quiere decir que, independientemente del lugar de procedencia del rayo de luz, el ángulo de convergencia en una zona determinada de la lente será el mismo. Cuanto más hacia la esquina de la lente lleguen los rayos de luz provenientes del objeto mayor ángulo de desviación se produce, en el centro de la lente el rayo de luz no se desvía.
Como podemos ver en las imágenes, para un objeto situado a la misma distancia, un teleobjetivo, cuya distancia focal fuese el doble de un objetivo normal, formaría una imagen al doble de distancia y el doble de grande y, por el contrario, un gran angular en el que su distancia focal fuese la mitad de un objetivo normal, la imagen resultante, de un mismo objeto situado a la misma distancia, sería la mitad de su tamaño y se formaría más cerca de la lente, concretamente a la mitad de la distancia. Esto es lo que se denomina factor de ampliación, es decir, la relación que existe entre el tamaño del objeto a fotografiar y el tamaño de la representación del objeto en el interior de nuestra cámara, y nos viene dado por la siguiente ecuación Fa=Tamaño de la imagen/Tamaño del objeto.
Casos prácticos
En los 3 casos que tenemos expuestos a continuación podemos extraer que el factor de ampliación del objetivo normal sería de x1, ya que el tamaño de la imagen es igual al del objeto, el factor de ampliación del gran angular es de x0,5, ya que es la mitad del objeto y en el caso del teleobjetivo, tenemos un factor de ampliación de x2, ya que la imagen en nuestro sensor es el doble en tamaño que la del objeto.
[vc_row][vc_column][vc_message message_box_color=”alert-info”]La imagen se forma en la mitad de la distancia y la mitad de su tamaño, con respecto al objetivo normal.[/vc_message][/vc_column][/vc_row]
[vc_row][vc_column][vc_message message_box_color=”alert-info”]Imagen que se formaría con un objetivo normal.[/vc_message][/vc_column][/vc_row]
[vc_row][vc_column][vc_message message_box_color=”alert-info”]La imagen se forma al doble de distancia y el doble de grande.[/vc_message][/vc_column][/vc_row]
De estos ejemplos podemos deducir que el tamaño de la imagen está directamente relacionado con la distancia focal, cuanto mayor es ésta mayor es el tamaño de imagen y a la inversa, cuanto menor es la distancia focal menor será la imagen que obtengamos.
El Objetivo “normal”
Alguien podría estar preguntándose que se considera un objetivo normal, pues bien, se considera un objetivo normal aquel que su distancia focal es igual a la diagonal del sensor. Un sensor estándar mide 24mm de alto x 36 mm de ancho y su diagonal es de 43 mm (redondeando 50 mm), la misma medida que tenía un negativo de 35 mm. Por lo tanto, un objetivo cuya distancia focal es menor de 50 mm se considera gran angular y los objetivos cuya distancia focal es mayor de 50 mm se considerarán teleobjetivos.
Existen cámaras réflex en las que su sensor es menor de 24×36 mm, en cuyo caso debemos multiplicar su distancia focal por el factor de multiplicación adecuado, puede ser 1,5x, 1,3x,… todo dependerá del tamaño del sensor.
Caso práctico
Ya sé que a veces la teoría puede resultar algo desprestigiada sino la acompañamos de algún ejemplo en el que se aplique. Imaginemos una situación en la que estamos a 2 metros de una persona y tenemos un objetivo de 50 mm, pero preferiríamos utilizar un objetivo de 25 mm ¿Qué deberíamos hacer para que la persona a la que queremos retratar salga de igual tamaño? Recordemos que situados a igual distancia del objeto si utilizamos un objetivo con distancia focal menor, la imagen saldrá más pequeña y que los objetos situados más cerca del objetivo se forman más lejos de la lente en el interior de la cámara. Bien, ¿habéis adivinado la solución? Claro que sí. Vamos a verlo en unas imágenes.
[vc_row][vc_column][vc_message message_box_color=”alert-info”]Situación original haciendo la fotografía con un 50 mm.[/vc_message][/vc_column][/vc_row]
[vc_row][vc_column][vc_message message_box_color=”alert-info”]Situación en la que nos encontramos si únicamente cambiamos de un 50 mm a un 25 mm. La imagen es la mitad que el objeto.[/vc_message][/vc_column][/vc_row]
[vc_row][vc_column][vc_message message_box_color=”alert-info”]Acercándonos a la mitad de la distancia (1 metro) conseguimos que el tamaño de la imagen sea igual a la que obtendríamos con un 50 mm a dos metros de distancia del objeto.[/vc_message][/vc_column][/vc_row]
El círculo de la imagen
Cuando la luz atraviesa el objetivo, este forma una imagen circular en el interior de la cámara que cubre totalmente, sin pérdida de luz en los extremos, el área de nuestro sensor que, dependiendo de su tamaño, toma una mayor o menor proporción de la imagen. La luz no se transmite de igual modo en el centro de la lente que en los extremos, pudiendo perder algo de luminosidad en los bordes del círculo de la imagen, por este motivo, existen objetivos que su área de cobertura es mucho mayor que la del sensor, para evitar viñeteados indeseados hacia los bordes de la imagen.
Cómo hemos comentado antes, el sensor full frame (24 mm x 36 mm) es el considerado como punto de referencia en cuanto al formato del sensor se refiere. Existen sensores cuyo tamaño es más reducido, captando una menor proporción de imagen y variando la distancia focal del objetivo que estemos utilizando debido a que el ángulo de captura se ve reducido.
Para averiguar en que medida se ve afectada nuestra distancia focal, cada sensor tiene un factor de multiplicación que depende directamente del formato full frame, cuyo factor es de 1x, ya que el área de la imagen proyectada por un objetivo corresponde a la distancia focal para la que ha sido diseñado. Sin embargo, para un sensor APS-H, cuyo factor de multiplicación es de 1,3x (proporción en la que el tamaño es menor que el full frame), la distancia focal de un objetivo de 50 mm pasaría a ser de 65 mm (50×1,3).